08 septiembre 2017

Fructificando en Medio de la Afliccion

La importancia de administrar la memoria, el no accesar los malos recuerdos que en ella tenemos porque no sirve para nada, los momentos que tenemos que accesar en nuestra memoria son los buenos momentos que hemos tenido, esos momentos nos van a refrescar, nos va a ayudar a desempeñarnos mejor en la vida, nos van a recordar que Dios tiene beneficios para nosotros. Procure olvidar su pasado pero no los beneficios que hoy tiene. Dios es el que sana, el que rescata, el que te levanta, el que te corona. Él nos va a saciar de bien, no olvides ninguno de sus beneficios.

José hizo una cosa a pesar de ser un hombre de mucho éxito a su primer hijo le nombró Menasés porque quiere decir “el que me hace olvidar”.

Génesis 41:52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

José dijo: “Dios me hizo fructificar”. Dios te va a hacer fructificar, tú decides de qué manera, pero que Dios te hace fructificar, te hace fructificar. Aunque José él era el predilecto del papá y tenía túnica de colores no había fructificado lo suficiente para el sueño que Dios le había dado y que habría de cumplirse un día.

Si Dios te ha dado sueños debes comprender que vas a recibir un trato para llegar a tener el carácter que necesita Dios que tengas para que se cumpla ese sueño, todo sueño necesita una persona y toda persona para cumplir un sueño necesita carácter y Dios va a trabajar en tu vida para hacerte fructificar y que el sueño no se aborte y que jamás lo dejes de ver cumplido, Él quiere que tus sueños se cumplan pero también quiere formarte y Dios estuvo decidido para formar a José para el sueño que le dio.
"Debes comprender que las aflicciones son temporales, todas terminan, la aflicción se va, se va cuando haces a Dios tu refugio "


Normalmente los sueños vienen antes que el carácter, de niños teníamos sueños pero no teníamos nada de carácter, de jóvenes tenemos sueños un poco más grandes pero no tenemos el carácter todavía, de adultos soñamos de una forma más madura y queremos lograrlo pero necesitamos ser formados en carácter. Dios nos quiere hacer fructificar.

Hay una tierra en la que somos afligidos y las aflicciones son personales e intransmisibles, José dijo: “Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”. Todos tenemos aflicciones, diferentes maneras o formas pero todos tenemos aflicciones, no creas que eres el único afligido. Tenemos que comprender es que TU aflicción no la de alguien más, si sabes aprovechar esa aflicción va a producir fruto en ti no en los demás, debes aprender a manejar tu propia aflicción, pensar que sólo tu tienes aflicciones es incorrecto, quizá las aflicciones no sean las mismas, unas pueden ser más intensas que otras, unos pueden ser afligidos en el área familiar, otros en el área profesional, pero tenemos una tierra en donde somos afligidos, José lo reconoció y por eso dijo que a su segundo hijo lo llamaría Efraín porque quería recordar que a pesar de haber pasado por la tierra de sus aflicciones en medio de todo Dios lo había hecho prosperar y fructificar. El estaba dispuesto a recordar el fruto y no las aflicciones.

¿A qué mujer le gusta recodar los dolores de parto? A todas se les olvida el dolor que pasaron cuando tienen al bebé en sus brazos, ven el fruto y están dispuestas a tener otro hijo. De igual forma, las aflicciones las olvidaremos y sólo veremos el fruto que trajo esa aflicción a nuestra vida, olvidarás la persecución de todos y sólo recordarás la promoción que Dios te dio.

Mateo 13:20-21 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

La aflicción no se debe buscar, llega sola. José no se metió en problemas ni estuvo en busca de las aflicciones, lo único que él hizo fue tener un sueño dado por Dios y las aflicciones le vinieron por haber soñado, si de todas maneras vas a ser afligido que sea por hacer lo bueno, por tener éxito, por triunfar, eso va a traer aflicción, pero que no te vengan por pecar, por adulterio, fornicaciones, por mentiras, que te vengan por querer crecer, por querer ser mejor en la vida, por eso vale la pena soportar la aflicción por hacer lo que Dios te pidió que hicieras.

José tuvo el sueño, él quería lograrlo y contó el sueño a sus hermanos, todos sabemos lo que los hermanos le hicieron, José jamás fue puesto en la cárcel por robar, fue por no querer acostarse con la mujer que no era de él, fue afligido, muchos de nosotros hacemos lo correcto y a pesar de eso nos vienen las aflicciones, puedes ser la persona más santa o correcta del mundo que de todas maneras tendrás aflicciones, pero si las aflicciones vienen por hacer lo correcto en medio de todo dobla tus rodillas, levanta las manos, adora a Dios y dile “Señor en medio de esta aflicción sé que me vas a hacer fructificar, bendice a los que me maldicen, bendice a los que me están persiguiendo, levántalos”. Da el fruto que debes dar, la única razón por la cual José sufrió fue por haber soñado.

El oro en piedra, rústico, en bruto no sirve de nada, el oro que sirve es el que está purificado, para que el oro sea útil debe aceptar que lo metan al horno y ya del horno sale listo para ser una joya, la aflicción nos prepara para ser una de las joyas más preciosas que Dios pueda lucir, Dios quiere lucirte como un trabajo que él ha hecho, para eso vas a pasar por la aflicción, la obra que hizo José en Egipto fue una obra maravillosa, Dios uso a uno de su pueblo para combatir el hambre de los egipcios y luego el hambre del pueblo del Señor, tu puedes ser usado para bendecir aún a aquellos que no conocen Señor, José fue una bendición para Egipto, para Israel y para nosotros.

Si quieres ser de bendición para alguien vas a tener que aprender a soportar y manejar aflicciones, vas a tener que administrar tu persona, tu carácter en medio de la aflicción. El ánimo es una de las cosas más difíciles de administrar cuando uno está afligido ¿Cómo llevas el ánimo, cómo sonríes a tus hijos, en medio de los problemas que tienes? Tienes que aprender a hacerlo. – Hombres - yo sé que ustedes son muy afligidos en la calle, en el trabajo, en la economía, pero cuando lleguen a casa pongan una sonrisa en los labios, no lleguen de mal humor contando tus problemas, tienen que estar de buen humor, deben estar de humor, ustedes son los hombres, líderes de la casa, sonrían, abracen, besen, hagan bromas, lleven ánimo, entonces tu hijos y tu cónyuge van a decir “Admiramos al hombre de esta casa, porque a pesar de los problemas siempre tiene una buena palabra para su hogar”. Tenemos que ser como José, él no perdió el ánimo; hicieron de todo con él pero siempre con el ánimo precioso de parte del Señor, él fructificó. Vimos en Mateo 13 que muchos no fructificaron por la aflicción, la aflicción compite con el fruto.

Génesis 39:2 Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.

No existe el ambiente perfecto para prosperar, hay gente que quiere cambiarse de trabajo porque no hay buen ambiente, ¿Sabe por qué se quiere cambiar por el ambiente? Porque es obvio que no es usted el que hace el ambiente, usted evidencia que usted no es un elemento que cambia ambientes, sólo uno que los aguanta, si no aguanta el ambiente de su oficina, cámbielo usted. José prosperó en un ambiente de esclavitud, de esclavo prosperó, él no miraba el lugar donde estaba, él miraba quién estaba con él en ese lugar, él no decía “soy esclavo de Potifar”, el decía “soy hijo del Dios Altísimo, bendecido por él, todo lo que hago prospera, lo que toco sale bien, no importa dónde me pongan Dios va conmigo a dónde quiera que vaya”. José prosperó en la casa de su amo, no necesitas ser empresario para prosperar.

Génesis 39:3 Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.

La definición de “Angustia” según la Biblia es:

-Estar angustiado

-Hacer referencia a los sufrimientos debido a la presión de las circunstancias o del

antagonismo de las personas

- Agobiado, abrumado

José fue prospero en medio de las circunstancias, tu no prosperas porque te quejas tanto de las circunstancias que llegas a creer que por las circunstancias Dios no te va a bendecir, entonces parece ser que Dios necesita ciertas circunstancias como las que a ti te gustan para que tu creas que él te va a levantar, pero te tengo buenas noticias, no importan las circunstancias, si crees que Dios está contigo allí donde estás, de allí te levantará el Señor.

El Señor tiene una extraña combinación, porque por un lado José estaba muy afligido, sufrió tanta aflicción pero al mismo tiempo tenía tanta fe en Dios que nunca se quejó de la aflicción, hasta Génesis 41 cuando nombra a su hijo, allí dijo que Dios lo había hecho fructificar en el tiempo de la aflicción, eso me dice a mí lo que José tenía en mente en todo el tiempo que fue afligido, él no estuvo pensando en la aflicción sino el dar fruto a Dios, si José no hubiera dado fruto a Dios nunca hubiera gobernado Egipto, José estaba bien bendecido pero afligido, en otras palabras, José estaba en problemas pero gozoso.

Cuando estas en medio de un problema el 95% de la solución es tu actitud el 10% es lo que hay que hacer, la palabra del Señor nos enseña cosas grandes, no veas lo feo que puede ser un momento sino que Dios está allí para hacerte prosperar. No veas la dificultad sino la manera en que Dios te va a sacar de ella, no le hables a Dios de tus problemas, háblale a tus problemas del Dios tan grande que tienes.

No hay año que no tengamos algún tipo de aflicción y debemos prepararnos para que cuando llegue salgamos victoriosos.
Romanos 8:16-19 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Debes comprender que las aflicciones son temporales, todas terminan, la aflicción se va, se va cuando haces a Dios tu refugio, la palabra de Dios es clara y debemos comprender que las aflicciones son temporales y la más fuerte de ellas no se puede comparar con la gloria que se va a manifestar en nosotros. Se van a manifestar en nosotros las aflicciones pero jamás tan intensas como la gloria que Dios va a manifestar en nosotros. Las aflicciones que vivió José no fueron tan intensas como la gloria que vivió administrando todo Egipto y las aflicciones que pasamos por hacer lo bueno no son nada comparables con la recompensa que Dios te da por haberlo hecho.

Salmo 34:19 Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.

Aquí no dice que los justos no vamos a tener aflicciones, dice que vamos a tener “muchas” pero también dice que de todas nos librará Jehová, mientras estás en la aflicción pon tu mirada en gloria que Dios te va a dar.

Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Jesús no dijo que íbamos a estar exentos de tener aflicción, Él dijo que de TODAS nos iba a librar. El dijo tendrán aflicciones, sólo una cosa les pido “confíen en mí”. El Señor nos pide que confiemos en Él en medio de la aflicción porque a veces son tan grandes o vienen tan seguidas que tenemos la tentación de desconfiar de Dios, Jesús dulcemente dijo “te va a pasar, pero te puedo pedir algo ¿podrías confiar un poco en mí? Yo te voy a librar de ellas, sólo ten paciencia”.

Tú puedes tener aflicciones por dos razones, por hacer lo malo o por hacer lo bueno. Por ejemplo, quieres beber alcohol, quieres drogarte, quieres fumar, puedes decidir no hacerlo entonces sufres la aflicción al ejercer el dominio propio, o bien, decides beber, drogarte o fumar, en este caso sufrirás la aflicción de morirte, de dañar a la gente que te rodea o de un cáncer.

Puedes sufrir aflicción de que el novio te corte porque no te acuestas con él o la aflicción de ser madre soltera porque el que te está pidiendo que te acuestes con él antes de tiempo seguramente te va a abandonar, el que te ama te espera. Puedes sufrir la aflicción de abstenerte de hacer cosas malas o la aflicción de hacer las buenas, puedes abstenerte de la aflicción de no querer ser un cristiano consagrado porque no quieres que digan que eres fanático o sufres la aflicción en el día del juicio cuando Él te diga “Por cuanto no fuiste ni frío ni caliente sino tibio te vomitaré de mi boca”. Si vas a sufrir o vas a ser afligido que sea por hacer lo bueno.

Insiste por Tu Milagro

Cada uno de nosotros es un milagro vivo. El Señor es nuestro Pastor, por eso nada nos falta. Aún en las peores circunstancias tu confianza y agradecimiento para Dios debe ser evidente. No permitas que el mal sea tu maestro, deja que el bien te enseñe. No esperes a que la desgracia llegue a tu vida para proclamar el nombre de tu Padre. Que lo malo no te asuste y lo bueno no te convierta en indiferente.

Cuando el Señor me llamó, yo era una persona exitosa y vivía tranquilo. No estaba enfermo o triste. Yo le creí en lo bueno y más cosas buenas llegaron a mi vida.

El poder de hacer riquezas es de Dios pero lo delega en nosotros. Asustarte de la situación económica es un voto de desconfianza para Dios y a Él no le gusta que desconfíes. Descansa en tu Señor. Él es la fuente que te provee.

Declara tu fe

Palabra de fe es algo que declaramos sabiendo, entendiendo y confiando que sucederá. Es confirmar con palabras lo que creemos.

En Lucas 17:11-19 leemos: Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
"Proclámate como milagro del Señor siempre, no solo cuando te saque de una mala circunstancia"



En ese tiempo, cuando un leproso se curaba debía ir a mostrarse al sacerdote para que lo declarara limpio y lo integrara a la sociedad. Entonces debía dar ofrenda. Pero Jesús envió a los leprosos aún enfermos ante los sacerdotes, porque debían demostrar que confiaban en su Palabra. Los leprosos obedecieron y sanaron en el camino. Sin embargo a donde el sacerdote llegaron solo nueve, porque uno, el samaritano, agradecido volvió a postrarse ante Jesús y lo reconoció como su Sumo Sacerdote.

Toda palabra que predicamos es profética. Buena o mala. Elías en tiempo de crisis dijo: “no lloverá hasta que yo lo diga”. Y así fue. También le dijo a la viuda: “Dame de comer y tu harina y tu aceite no escasearán”. Y se cumplió. 

Cuídate de las palabras que hablas y escuchas. 

Cada vez que necesites un milagro demuestra tu fe en La palabra. Algunas personas me insisten que ore por ellas, aún cuando yo las envío con alguien más de mi equipo pastoral. Esa actitud no hace evidente la fe, porque no creen en mi palabra. La obediencia es una buena forma de hacer evidente la fe. Y examina si tu corazón es agradecido de verdad. Cuando recibes del Señor, debes volver y dar gracias. El agradecimiento no se expresa solamente con palabras. También se expresa con ofrendas. 

Vence tus obstáculos

Mateo 15: 21-28 relata: Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Cuando quieres un milagro debes ser persistente. Si, como a la samaritana, a la primera o segunda petición parece que Dios no te responde o te rechaza no debes desanimarte, demuestra tu “santa terquedad”. Muchas veces es Jesús, no el diablo, quien pone los obstáculos. Necesita que crezcas en tu fe. La samaritana lo hizo, insistió hasta que logró su milagro. Insiste y clama, persevera en tu fe hasta convencer al Señor que eres merecedor de su misericordia. Vence los obstáculos que hay en tu familia, en tu economía y a tu alrededor, así recibirás lo que anhelas.

El milagro de Magali

El Señor es un Dios de milagros. Cuando confiamos en La Palabra los enfermos sanan. En octubre de 2007, durante Noches de Gloria en Matamoros, México fuimos testigos de la sanidad de Magali, una joven desahuciada por la insuficiencia renal crónica que padecía. No podía caminar, ni comer; era una muerta en vida, con úlceras y llagas cubriendo todo su cuerpo. El olor de su piel era espantoso. Cuando se acercó a mí, tuve que hacer grandes esfuerzo por no vomitar. La trajeron hasta nosotros postrada en una camilla y frente a nuestros ojos dio sus primeros pasos. A partir de allí inició su milagrosa recuperación. Dios obró en ella y en Noches de Gloria de Nuevo Laredo, México en septiembre del 2008, volvió para ofrecer su maravilloso testimonio.

Hoy Magali es una hermosa joven con un gran futuro. Su piel y su cabello han sido completamente restaurados, no hay rastro alguno de la terrible enfermedad que padeció. Hace un año no podía moverse y ahora demuestra su vitalidad corriendo seis kilómetros diarios. Ella es un milagro viviente. “Después que vine aquí para gloria de Dios, empecé a comer. Después que el Espíritu Santo obró en mi, empecé a recuperarme. Aquí estoy para darle toda la honra y toda la gloria. Que Dios bendiga la obra de Noches de Gloria”. Nos comentó Magali muy agradecida mientras su madre la abrazaba para luego decir: “Es un milagro, ella volvió a nacer”. Y su padre emocionado nos compartió: “No tengo con qué darle gracias a Dios. Nunca me cansaré de alabarle y bendecirle.”

Ante estas pruebas de fe, no hacen falta las palabras. No hay más que adorar al Señor. Proclama y toma tu milagro. Dale gracias una y mil veces.

Bendito Dios por los que creen como niños. Los duros de corazón se resisten, cuestionan y no reconocen los milagros que suceden cuando se tiene fe. Recuerda que te debe motivar lo bueno. No esperes lo malo para clamar y recibir. No busques al Señor solo cuando tengas cáncer, también cuando estés sano. No diezmes solo cuando quiebres financieramente, hazlo también cuando no te falte nada. Si te acercas a Dios sólo cuando algo malo te sucede estarás dejando que el mal te gobierne. Si las cosas malas que te suceden te motivan a buscar a Dios, estarás diciendo con tus acciones que necesitas de lo malo para hacer lo bueno. Magali y su familia pasaban por una situación económica difícil, no tenían dinero ni para viajar de Monterrey a Matamoros, pero tenía fe. Vencieron sus obstáculos, alcanzaron la sanidad y además volvieron un año después para agradecer.

Te ruego que seas agradecido con tu Padre, no solamente cuando te saca de lo malo, sino incluso cuando no ha permitido que te alcance. No seas llevado por mal. Recuerda, no hay nada imposible para el Señor. Él puede ungirte y así demostrar a otros que eres un milagro viviente.

4 Temores que Debemos Conquistar



Tengo una cantidad respetable de libros en mi biblioteca, el gusto por leer es una de los legados que me han dejado mis papás.

Repasando mi colección me encontré con un pequeño librito que se opacaba por los demás, casi lo paso por alto; sin embargo es uno de los libros que más me han ayudado en mi trabajo como pastor de jóvenes porque se compone de una serie de consejos concisos para que los jóvenes puedan enfrentar la vida, éste libro y yo somos afines porque nos parecemos: somos prácticos; se titula “Todo lo que necesito para Sobrevivir” escrito por Blaine Bartel, editorial UNILIT.

Al revisarlo me encontré con una sección que creo que todos deberíamos tomar en cuenta, me tomaré el abuso de agregar palabras al autor.

Colosenses 2.15 (DHH) dice:
“Dios despojó de su poder a los seres espirituales que tienen potencia y autoridad, y por medio de Cristo los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso”

Nuestro enemigo sabe muy bien que está vencido, Jesús lo derrotó en la cruz del calvario de forma contundente y pública; esto le arrebató toda la autoridad y poder que en un momento sí tuvo, pero ya no.

La balanza está de nuestro lado y el enemigo no nos puede tocar, nosotros somos quienes tenemos el poder y la autoridad porque Cristo nos la dio.

Esto significa que si el enemigo ejerce algún poder o autoridad en nuestras vidas es porque nosotros mismos se lo damos de vuelta, una de las formas en que devolvemos poder a nuestro enemigo es cuando aceptamos sus mentiras y permitimos que nos llene de temor.
"Los temores que sentimos vienen porque estamos aceptando una mentira del enemigo, por eso cuando venga miedo a tu corazón es importantísimo que le prestes atención a las verdades de Dios"
Hay 4 temores específicos que tenemos que vencer:


1. Temor al Fracaso: es una mentira increíble que nos dice “Dios no es tan fuerte como para ayudarte a tener éxito” ó peor aún “Dios no está interesado en que tengas éxito”.

En cualquiera de los dos casos ese miedo nos está llevando a dudar de la naturaleza de Dios quien es el TODOPODEROSO y PADRE BUENO; desde que nos creó en Génesis nos dijo: “los puse en la tierra para que la señoreen, para que tengan éxito”… pero éste temor quiere que creamos que eso no es cierto.

“El Señor lo encaró y le dijo: ve con la fuerza que tienes, y salvarás a Israel del poder de Madián. Yo soy quien te envía” Jueces 6.14 (NVI)

2. Temor al Futuro: con esta mentira el enemigo quiere que creas que Dios es incapaz de ver lo que te espera y no puede dirigirte en cada paso. Cuando la Biblia dice que Dios es el principio y el final, está diciendo que todo lo abarca, lo llena, lo controla… él es el mismo ayer, hoy y por lo siglos; no solo tuvo control, no solo tiene control, también tendrá control en todo lo que venga.

“El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada” Sal 37.23 (DHH)

3. Temor al Pasado: éste es uno de los engaños más persistentes y lo que te dice es que debido al lugar del que saliste y por las cosas que hiciste Dios no tiene el poder para arreglar tu vida, así que debido a esta incapacidad de Dios estás condenado a vivir siempre igual.

“Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo” II Cor 5.17

4. Temor a la Comparación: con esta mentira lo que el enemigo quiere hacerte creer es que Dios favorece más a otras personas porque son mejores que vos, Dios te abandona y se busca gente con la que le gusta más estar y se merecen más todo lo que Él tiene para dar.

En otras palabras, te dice que otros sí se han ganado el amor de Dios, pero vos no y que no basta con recibirlo como tu salvador… siempre te va a faltar algo más; lo más increíble es que el tonto de nuestro enemigo te dice esas mentiras y después espera que nunca leas esto:

“Mas a TODOS lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios” Jn 1.12

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el REGALO de Dios” Ef 2.8-9 (NVI)

Los temores que sentimos vienen porque estamos aceptando una mentira del enemigo, por eso cuando venga miedo a tu corazón es importantísimo que le prestes atención a las verdades de Dios; una vez que esa verdad se clava en tu corazón el temor se va y empiezas a vivir de acuerdo a la vida verdadera que Dios ha diseñado para tu vida.